“Cuando dije que el monstruo saldría de su tumba, yo me refería a Franco”, afirmó la ministra Carmen Calvo.
Miles de ultracuerpos procesistas se lanzaron ayer a la calle en Barcelona y otros puntos de Cataluña tras conocerse la sentencia del Procés, en una especie de grotesco apocalipsis zombi, y a pesar de que aún faltan dos semanas largas para que llegue Halloween. “¡I… Inde… Indep… Cerebro… CEREBROOO…!”, farfullaban los procesistas zombificados mientras trataban de crear el caos en aeropuertos, carreteras y estaciones de ferrocarril, siguiendo los dictados de los oscuros seres que les dirigen desde las sombras, el siniestro Lord Puigdemort y su repulsivo esbirro Kim Chorrash.
El sarao se prolongó durante la noche con carreras entre mossos y mortífagos estelados delante de la histórica comisaría de Via Laietana, en algo mucho más cercano a un folclórico correbous de fiesta mayor de Tarragona que a una auténtica Noche de Walpurgis, como a alguno le habría gustado, y es de prever que continúe aún a la baja durante los próximos días, mientras el cuerpo y los bocadillos de bull negre y secallona amb pa amb tomàquet suministrados por Òdium Cultural y la Assemblea Irracional Catalana aguanten.
Ante el desbarajuste causado, la vicepresidenta en funciones y ministra de la Presidencia Carmen Calvo se vio obligada a comparecer ante la prensa para descargarse de posibles responsabilidades: “Cuando dije que antes de Halloween el monstruo saldría de su tumba, me estaba refiriendo a Franco, no a esta panda de descerebrados”, afirmó la ministra, serena pero compungida.
Algunos vinculan los incidentes a una misa negra que habrían celebrado Santiago Abascal y el prior Santiago Cantera en el Valle de los Caídos
Algunos, incluso, vinculan los incidentes de anoche a una presunta misa negra que habrían celebrado hace algunos días Santiago Abascal y el ex falangista prior Santiago Cantera (“los Santis”, comienzan ya a ser llamados ambos por sus seguidores) en la basílica del Valle de los Caídos, tras la cual parece que se vio a una cohorte de numerosos dementores sobrevolando la enorme cruz monumental que corona la montaña. Álex de la Iglesia ya está pensando en inspirarse en estos hechos para rodar una nueva película.
Por otra parte, y ante la inminente emisión por parte del juez Llarena de una nueva euroorden de extradición contra el fugitivo Lord Puigdemort, ya se rumorea que éste estaría pensando en trasladar su residencia de su actual mansión-palacio de Waterloo a un discreto pero suficientemente lúgubre castillo en los Cárpatos rumanos (que habría sido adquirido por la familia de su consorte, la condesa Sopor, gracias a los 6.000 euros mensuales que ésta sigue cobrando de la Diputación de Barcelona por presentar un programa de la Xarxa deTelevisions Locals dos horas a la semana), del que únicamente saldría por las noches para evitar ser descubierto por la Interpol. Hasta dicho castillo se organizarían periódicamente viajes de fin de semana desde todas las comarcas de Cataluña, aprovechando el parque móvil de autocares que queda libre entre Diada y Diada, para que los devotos seguidores lacistas del Señor Tenebroso puedan seguir ofreciendo a su amado Gran Líder la sangre palpitante de sus abiertas venas, tal como han venido haciendo hasta ahora.