“Unos llevan años intentando irse de España como sea; y los otros, arriesgan su vida por entrar en territorio europeo. ¡Es perfecto!”
El mundo es injusto con Rajoy. Pese a ser claramente el Churchill español, sólo se le utiliza como materia de chascarrillo, para reírnos de su patosidad cuando habla (ese impagable “Ruiz” en vez de ruin) o como personificación viviente de un tópico: el del gallego que ni sube ni baja, ni entra ni sale, ni acepta la investidura ni deja de aceptarla. Pero…¿qué hay de la magnífica legislación que nos ha legado? ¿Qué hay de esa brillante Reforma Laboral o de esa imprescindible ley Mordaza? Y nadie habla de cómo ha acabado con el problema del paro. ¡Si nunca se creó tanto empleo en este país desde que lo hundió Zapatero! ¿Que ha costado? Claro. ¿Que hemos pagado un alto precio de recortes salvajes? También. Pero es que era necesario. Nadie pesca peces si no se moja el culo. ¿Y la marca España? ¿Acaso no ha elevado nuestro prestigio internacional hasta cotas nunca igualadas? Por no hablar de la cantidad de jóvenes saludables y con magníficos estudios que han decidido marchar afuera, confirmando así el talante aventurero y audaz de los españoles.
Pero resulta que somos un país de cainitas. Y de envidiosos. Una prueba más de esa inteligencia política suya tantas veces menospreciada, es la proposición que Rajoy llevará en breve a Bruselas, junto a otros miembros del gobierno: Intercambiar independentistas catalanes por refugiados sirios. “Los primeros llevan años intentando irse de España a toda costa y los otros, arriesgan cada día sus vidas por entrar en territorio de europeo. ¿Por qué no contentar a ambos?”, reza el Memorándum que entregará a las autoridades europeas. La propuesta, con ser sencilla, no es menos ingeniosa: aquel catalán que no se sienta a gusto en España podrá ceder su nacionalidad y pasaporte a un refugiado sirio. Teniendo en cuenta que, según estimaciones soberanistas, cada 11 de septiembre se manifiestan al menos dos millones de personas (¡o más!) que profesan estos sentimientos, la propuesta permitiría la salida de este enorme contingente, que sería inmediatamente sustituido por otros tantos refugiados sirios, lo que supondría un tremendo alivio al drama humanitario que asola actualmente Europa.
En la práctica, la propuesta traería como consecuencia que los refugiados obtendrían un hogar en tierra segura, con un alto nivel de vida, libertades democráticas e integrada en la más importante comunidad de naciones del mundo. Los independentistas, por el contrario, deberían hacer un esfuerzo suplementario, pues tendrían que trasladarse a campos de refugiados sin los servicios mínimos, verse sometidos al tirano de turno, a vejaciones por la policía de fronteras de diferentes países, o simplemente a ser deportados o expulsados. Pero…¿qué es eso en comparación con ganar la propia libertad? Desde luego, es un sacrificio menor que dar la vida por ella, como sucedió en 1714. “No tendremos agua corriente y nos moriremos de frío en invierno. No tendremos playstations ni podremos ver el Barça en el canal plus. Ni esquiar en el Pirineo. Ni siquiera hacer una costellada en fin de semana y degustarla con la tieta. Pero… serem lliures!”, manifestó, con lágrimas en los ojos, el líder de ERC, Oriol Junqueras. “Señor Rajoy, hágalo, hágalo ya. Se lo suplico. Por nuestros hijos”, exclamó entre sollozos. Sin embargo, el plan ha encontrado oposición, inesperadamente, en el propio bando soberanista: el historiador Josep Tontana, participante del famoso congreso Espanya contra Catalunya, señala la existencia de un terrible obstáculo: “¿Y cuando estemos fuera de España…a quién le echaremos la culpa de lo que nos pase?”, aventuró. “Porque, claro, con el estado español estamos oprimidos, de acuerdo. Pero… ¿no acabaremos echando de menos al Tribunal Constitucional, al que toreamos cuando nos apetece? ¿Se imaginan hacer lo mismo con Erdogan? ¿Y cuando malversemos o malgastemos dinero, quién se atreverá a decir “Turquía nos roba”? Señores, seamos realistas. Libres sí, pero tontos no”.
Ultima hora. Se especula que tras reuniones secretas es posible que Rajoy retire esta propuesta a cambio de la abstención de los nacionalistas catalanes en la próxima investidura. En segunda votación claro.
I tant que estariem millor!