«No es una sanción. Es una terapia reeducativa, como las de Abu Ghraib»
Ante el revuelo suscitado por las declaraciones del cantautor y diputado autonómico de Junts pel 3% Lluís Llach –publicadas por El País y no desmentidas oficialmente por la Generalitat–, según las cuales se aplicarían sanciones contra los funcionarios catalanes que se negasen a aplicar las «leyes de desconexión» de Cataluña con el resto de España, la portavocía del Gobierno Autónomo se ha visto obligada a emitir una nota matizando el alcance y naturaleza de dichas medidas.
«No se trataría de auténticas sanciones», han explicado, en tono tranquilizador, fuentes autorizadas del Govern. «En realidad, lo que haremos con los funcionarios díscolos, sospechosos de españolismo, o en general poco afectos a nuestra democrática Revolució dels Somriures, será internarlos temporalmente en alguno de los albergues de la XANASCAT (Xarxa Nacional d’Albergs Socials de Catalunya), preferentemente alguno de los de las comarcas de Osona o del Berguedà, como si de unas “convivencias cristianas” o unas colonias de verano se tratara, y hacerles escuchar las veinticuatro horas del día, ininterrumpidamente, la discografía completa de Lluís Llach, hasta que se la sepan de memoria. Será una experiencia instructiva, a la par que gratificante.»
“A quienes muestren propósito de enmienda se les permitirá alternar las soporíferas canciones de Llach con otras más llevaderas de Els Pets, Albert Pla o Sopa de Cabra”
«No se puede hablar en absoluto de medidas sancionadoras», continuaba nuestra autorizada fuente, «sino más bien de una especie de terapia reeducativa, como las que aplicaron en la década de los setenta los Jemeres Rojos de Pol Pot en Camboya, o más recientemente los marines norteamericanos en Iraq, en la prisión de Abu Ghraib. Además, seremos flexibles y comprensivos, y a los pacientes que muestren un precoz y sincero propósito de enmienda se les permitirá alternar las soporíferas canciones de Lluís Llach con otras más llevaderas y ligeras de Els Pets, Sangtraït, Roger Mas, Albert Pla o Sopa de Cabra. Aquí no se trata de hacer sangre a nadie, sino de que acabemos todos siendo bons catalans, y recuperemos la concordia y la armonía por las que los catalanes hemos sido siempre envidiados, y que las actitudes poco democráticas del Estado han puesto ahora en peligro”.
La SGAE, por su parte, ya ha reaccionado ante el anuncio de esta medida advirtiendo que reclamará el pago de derechos de autor por la reproducción de las canciones de todos los citados grupos y cantautores. Y la ANC y Òmnium Cultural, por la suya, han contestado afirmando que lo que la SGAE pretende con ello no es sino perpetuar la intolerable situación de expolio económico y cultural que sufre Cataluña desde hace trescientos años, y ya se anuncia al respecto un largo contencioso como el del Románico de Sijena.
CUIDADO CON LAS DESCONEXIONES, QUE LA MAS RÁPIDA LA PUEDEN HACER DESDE VILLANUBLA.