“El dret de cuixa fue la primera libertad nacional arrebatada a Catalunya por los Trastámaras castellanos”
En el histórico acuerdo firmado este jueves pasado por los representantes del PSOE y Junts per Catalunya para la investidura como presidente del Gobierno del sociolisto Pedro Sánchez ha sido incluida (junto a otras medidas ya previamente anunciadas, como la de amnistiar todos los delitos cometidos por militantes independentistas en los últimos ciento cincuenta años o la de condonar toda la deuda pública contraída por la Generalitat con el Estado y con Hacienda por la familia Pujol) la reinstauración de la antigua institución medieval catalana del derecho de pernada, abolida en 1486 por el rey Fernando el Católico en la conocida como Sentencia Arbitral de Guadalupe.
“El dret de cuixa fue la primera libertad nacional arrebatada a Catalunya por los Trastámaras castellanos”, ha afirmado a Charnego News el conocido filólogo y pseudohistoriador del Institut Nova Història Jordi Bilbeny. “Con la Sentencia de Guadalupe comenzó la decadencia nacional de Catalunya. Porque, si a los nobles catalanes no se les permitía ni siquiera calzarse a las campesinas casaderas de buen ver de sus propios dominios feudales, ¿cómo se les iba a permitir meter mano en el oro de las colonias, que era donde estaba el negocio en aquella época?», prosiguió Bilbeny. «Y eso que Colón era catalán, igual que Cervantes, Shakespeare, Santa Teresa de Jesús y Beethoven.”
No obstante, en la recuperación y adaptación de tan nostrada tradición a la realidad de la Cataluña moderna del s. XXI deberán tomarse en cuenta los importantes cambios que ha sufrido la sociedad catalana en los siglos transcurridos desde que aquella institución fuera abolida. Así, y puesto que la clase dominante en Cataluña hace tiempo que ya no es la nobleza feudal, ni la base de la pirámide social la constituyen ya el campesinado ni los siervos de la gleba, quienes a partir de ahora podrán ejercer ese derecho serán los altos cargos de la Generalitat, de Subdirector General hacia arriba.
Y, sin duda para compensar los largos siglos de opresión centralista, los nuevos sujetos pasivos de ese dret de cuixa recidivo (es decir: quienes quedarán obligados a pasar por la piedra cada vez que sus nuevos señores feudales se lo impongan) serán todos los funcionarios y funcionarias de la Administración General del Estado (sin distinción de sexos ni géneros, puesto que somos una sociedad diversa e inclusiva) que hayan tenido la mala suerte o el poco tino de haber obtenido destino o plaza en Cataluña.
Portavoces de PP y VOX consideran un privilegio intolerable la instauración de dicha medida en Cataluña, y por ello han decidido implantarla también ellos en las Comunidades Autónomas en las que gobiernan.
Portavoces del PP y VOX, por su parte, han declarado que les parece un privilegio intolerable la instauración de dicha medida en Cataluña. Y por ello, en aras del principio de igualdad entre todos los españoles, han tomado la firme decisión de implantarla también ellos en todas aquellas Comunidades Autónomas en las que ambos partidos políticos gobiernan.
A lo cual además han añadido que, puestos a recuperar arraigadas tradiciones medievales injustamente caídas en el olvido en aras de una modernidad mal entendida, ellos piensan reimplantar las ordalías, los autos de fe y el Santo Oficio, como instituciones que jamás deberían haberse perdido en el suelo patrio. Y han comenzado a ponerlo en práctica encendiendo unas cuantas hogueras purificadoras en las inmediaciones de la sede socialista de la calle Ferraz de Madrid. “Como pase por aquí Marlaska, lo vamos a convertir en una castaña asada como a Giordano Bruno”, han afirmado algunos de los pacíficos manifestantes allí reunidos.